miércoles, 12 de julio de 2006

Las Drogas tóxicas, fuente de destrucción masiva (2)

Las Drogas tóxicas, fuente de destrucción masiva (2)


Ahora en está sección se van a señalar diferentes de las drogas existentes (opiáceos), pero antes recordaré las dos tablas anteriores, y sus clasificaciones:

Clasificación según los dos Convenios existentes



ESTUPEFACIENTES

C. Único 1.961

OPIÁCEOS

Opio

D. Naturales: Morfina, Codeína

D. Semisintético: Heroína

Opiáceos sintéticos: Metadona, Meperidina, etc.

COCA- COCAÍNA

CANNABIS

Aceite de hachís, Hachís, Ganja, Kiffi, Griffa

SUSTANCIAS PSICOTRÓPICAS

C. Viena 1.971

ALUCINÓGENOS

Naturales: Mescalina, Psilocibina, etc.

Semisintéticos: LSD

Sintéticos: PCP, STP, DET, etc.

ESTIMULANTES

Anfetaminas

SEDANTES

Barbitúricos

HIPNÓTICOS

Hidratos de cloral

CALMANTES

Tranquilizantes: Valium, Librium, etc.


Clasificación según efectos médicos

ALUCINOGENOS

NATURALES

Cannabis Sativa y Derivados (THC)

SINTETICOS

Mescalina, Psilocibina, LSD, PCP, DMT, etc.

ESTIMULANTES

NATURALES Y SEMISINTETICOS

Coca y sus derivados

Cocaína, fármacos anfetamínicos

SINTETICOS

Anfetaminas

DEPRIMENTES

NATURALES

Opio y algunos derivados

SEMISINTÉTICOS Y SINTETICOS

Opiáceos sintéticos, fármacos sedantes, hipnóticos y tranquilizantes

INHALANTES-DELIRANTES

SINTETICOS

Disolventes, gasolinas, gomas y colas de pegar, etc.


Opiáceos

La palabra opio deriva del vocablo griego “opos” que significa “jugo”. El opio es una droga de las más antiguas, ya que en el siglo XV a C. los egipcios conocían las aplicaciones médicas de ésta.

Pero los verdaderos problemas derivados de su consumo aparecen a partir del siglo XIX con el descubrimiento de varios de sus derivados más potentes (morfina, codeína y heroína).

La Botánica de la Adormidera.

El opio se obtiene de una de las 500 especies que integran la familia de las “papaveráceas”, llamada “papaver somniferum”, vulgarmente conocida como “adormidera del opio”.

Su altura, cuando la planta es adulta es de 1 metro aproximadamente. Las hojas, hendidas, de color verde-azulado, están dispuestas abrazadas al tallo. Las flores son muy grandes y vistosas, con cuatro pétalos de color blanco, rosa, rojo o violeta según sus diferentes variedades.

Las semillas se encuentran alojadas en un fruto de forma capsular, cuyo tamaño oscila entre una aceituna y una naranja pequeña. En la parte superior de la cápsula tiene una corona ondulante que distingue a ese fruto de cualquier otro. Las raíces, flores, semillas y hojas son inofensivas, sin embargo, la epidermis de la cápsula es lo que verdaderamente importa, pues de ella se obtiene el opio.

Las semillas se emplean en algunos sitios para fabricar aceites, dar gusto al pan, fabricar piensos e incluso, amasadas con barro, para fabricar bloques de ladrillos empleados en albañilería.

La zona de mayor producción mundial de opio se denomina “Triángulo de Oro”; es una franja de terreno de unos 600 x 250 km, a caballo de las fronteras comunes de Laos, Birmania y Tailandia.

Obtención del Opio, formas, dosis, usos médicos.

Unos 15 días después de caerse los pétalos de las flores, aproximadamente a los 12 días de su aparición, es cuando la cápsula tiene mayor contenido de principios activos, procediéndose a la recolección.

Manualmente, una por una, se procede a practicar unas incisiones precisas en las cápsulas con un objeto cortante. Durante las 24 horas siguientes, por las incisiones practicadas, la cápsula ha ido segregando un jugo o látex de color blanco, pegajoso, que luego, por la acción del oxígeno, se va oscureciendo hasta presentar un color castaño- amarillo- negruzco. Al día siguiente se procede a recoger, mediante raspado, el látex, segregado, que no es otra cosa que el opio en crudo, con el que se van formando “panes” que se guardan en cubetas.

El opio en crudo, también llamado “opio bruto”, tiene un olor muy fuerte y característico a podrido y sabor amargo y es transformado por cocción y fermentación en otro llamado “opio elaborado”, apto para ser consumido bien mascado o fumado. La práctica de fumar opio, muy extendida entre las tribus indígenas de Asia, se realiza en la posición de “acostado”. Los fumadores experimentan sueños placenteros durante varias horas, evadiéndose del mundo que les rodea.

La dosis normal es de unos 60 miligramos administrados por vía oral. Se usa en medicina para:

Regular diarreas.

Activar la transpiración (vasodilatador de la piel).

Tratamiento de estados febriles (gripes, catarros, etc.).

Una dosis excesiva de opio ocasiona la muerte por insuficiencia respiratoria.

Los útiles del fumador de opio son pipa de bambú de gran longitud, aguja larga para pinchar la bolita de opio que se pone en la cazoleta, y mechero o pequeño fogón.

Cultivo Legal

Uno de los medicamentos más comunes y de mayor uso por su eficacia en combatir la tos, ejerciendo un ligero efecto analgésico, es la CODEÍNA, alcaloide derivado del opio. En el año 1975 se autorizó el cultivo de opio en España para abastecer a la demanda farmacéutica de este compuesto. Existe una empresa explotadora, la cual delega en pequeños o grandes agricultores el cultivo de la adormidera y a nombre de los cuales son expedidos los oportunos documentos de autorización, en los que se hace constar la ubicación y extensión del cultivo. En la época de recolección, se efectúa con cosechadora como si se tratara de cualquier cereal. Debido a que toda la recolección mecánica lleva consigo un pequeño porcentaje de pérdida del producto en el suelo y con el objeto de que éste no pueda ser utilizado en forma ilegal se procede a continuación a la destrucción del rastrojo por el fuego.

El transporte de la materia prima (paja y grano) se efectúa en camiones preparados a tal efecto, precintados, que circularán desde el lugar del cultivo hasta al de almacenaje y elaboración amparados por unas Tarjetas especiales que expedirá el Delegado de Sanidad de la provincia respectiva, quien presenciará la recolección.

Después se elaborará consiguiendo directamente la morfina, que es guardada en cajas fuertes hasta el momento de su distribución a los centros farmacéuticos. Por lo tanto y a diferencia del cultivo ilegal, aquí no se efectúan incisiones en la cápsula, evitando de esta forma el primer paso al opio y su posible desviación al mercado clandestino.

Está droga es legal, cuando está autorizada para su uso farmacéutico. Sin autorización siempre es ilegal, e incluso, en las plantaciones legales, si se hallasen incisiones en las cápsulas, se realiza la pertinente investigación, puesto que es una forma de conseguir opio de forma ilegal.

Derivados del Opio, sus efectos y los peligros del abuso.

En el opio se encuentran más de 70 alcaloides, aunque sólo unos 20 se utilizan con rendimiento, destacando los siguientes: Morfina, Narcotina, Papaverina, Tebaína, Codeína y Narceína.

A estos alcaloides se les conoce como “derivados naturales” del opio. De ellos se consiguen en laboratorios otros productos como la heroína, hidromorfina, oxicodona, dipremorfina, etc., que son los “derivados semisintéticos” y que nada tienen que ver con otros productos químicos de laboratorios, no obtenidos del opio pero afines a éste por sus propiedades médicas, como la metadona o la meperidina, que son los llamados “opiáceos sintéticos”.

Los derivados naturales del opio constituyen los analgésicos más eficaces. Se utilizan con frecuencia para disminuir los dolores agudos resultantes de intervenciones quirúrgicas, fracturas, quemaduras, etc., así como aliviar el sufrimiento en las últimas fases de enfermedades incurables.

Estas drogas deprimen el sistema nervioso central hasta producir una marcada insensibilidad al dolor, inducen al sueño y reducen la actividad física. Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, vómitos, estreñimiento, picazón, rubor, contracción de pupilas y depresión nerviosa. Su uso crónico lleva a la dependencia física y psíquica, desarrolla tolerancia y tolerancia transversal con la heroína.

Cuando se interrumpe su suministro se presentan los síntomas del síndrome de abstinencia, que pueden incluir nerviosismo, ansiedad, insomnio, bostezos acuosidad nasal y ocular, transpiración, dilatación de las pupilas, “carne de gallina”, contracciones y dolores de músculos, escalofríos, vómitos, diarreas, aumento del ritmo de la respiración y presión sanguínea, fiebre y sensación de desesperación acompañada de obsesión por obtener una nueva dosis. Los síntomas empiezan a manifestarse de 8 a 12 horas después de la última dosis; aumentan en intensidad y alcanzan su apogeo entre las 36 y 72 horas; en este punto empiezan gradualmente a disminuir durante los siguientes 5 o 10 días, pero el insomnio, el nerviosismo y los dolores musculares pueden durar varias semanas.

La sintomatología del opiómano es la siguiente: Letargia. Euforia. Contracción de la pupila. Excitación. Angustia. Depresión respiratoria. Pérdida de peso (excesiva pérdida de peso). Alteración de los sistemas de percepción y reacción de los sentidos. Sequedad y aspereza en la piel.

Las consecuencias patológicas son: Anemia. Progresivo envejecimiento prematuro. Trastornos en la nutrición y en el ritmo del corazón (produciendo principio de anorexia y bulimia y mayor probabilidad en infartos cardiacos y fallos cardiacos, respectivamente). Baja en la tensión arterial. Estreñimiento. Sexualmente: impotencia y esterilidad. Hepatitis.

Morfina

Es el principal alcaloide del opio y su nombre se debe al dios griego del sueño “Morfeo”.

Se encuentra en el opio en un 10% y es unas 10 veces más potente que éste. Aproximadamente de 10 kilogramos de opio bruto se obtiene un kilogramo de morfina base, siguiendo un proceso de calentamiento y posterior filtración, en el que se mezcla con agua, cal y cloruro de amoníaco.

La morfina base así obtenida tiene el 85% de pureza.

Efectos, usos terapéuticos y dosis.

La morfina puede introducirse en la circulación sanguínea por cualquier de las vías comunes de administración (vía bucal, inyectada, etc.) Una vez ingerida y absorbida, el organismo comienza inmediatamente a eliminarla por la orina y las heces.

Es difícil establecer una dosis tóxica para la morfina. Se consideran 200 miligramos como dosis letal. Cuando una persona se envenena con morfina al principio se encuentra deprimida, las pupilas se contraen, la respiración se hace más lenta hasta llegar a un coma profundo.

En casos de envenenamiento hay tiempo de actuar, pues generalmente la muerte ocurre de 5 a 10 horas después de haberse administrado la dosis excesiva; los pacientes que sobreviven las primeras 10 horas normalmente se recuperan de la intoxicación.

Modernamente la morfina es empleada para los siguientes usos terapéuticos: alivios del dolor principalmente; regulación de la diarrea; tratamiento de la tos, cuando no ha dado resultado la Codeína; en hemorragias quirúrgicas, disminuyendo la presión sanguínea y la pérdida de sangre, y como hipnótico cuando el dolor impide el sueño.

Con la aparición de los estupefacientes sintéticos y de otros analgésicos, el uso y la importancia terapéutica de la morfina ha disminuido considerablemente.

Normalmente, la morfina se encuentra en el mercado ilícito en forma de comprimidos y cápsulas. Su apariencia es la de un polvo cristalino, de color blanco o castaño claro, generalmente inodoro.

Codeína (o metilmorfina)

Es otro alcaloide del opio. El vocablo en griego significa “cabeza de amapola”.

Se trata de uno de los medicamentos más comunes e imprescindibles, por su eficacia en combatir la tos, ejerciendo también un ligero efecto analgésico.

En grandes cantidades, es utilizada por los consumidores cuando no tienen heroína o morfina, aunque sus efectos son menos potentes. Los casos de codeinomanía son escasos y la dependencia se produce sólo tras el consumo continuado durante un período prolongado.

Otra fuente de obtención de codeína es la adormidera denominada “papaver bracteatum” o “amapola de la tebaína”, rica en este último alcaloide. La tebaína es susceptible de transformarse en codeína, pero difícilmente en morfina, lo que elimina gran cantidad de riesgos y permitirá reducir los cultivos de adormideras tradicionales.

La codeína se presenta en forma de polvo blanco cristalino o de jarabe (jarabe para la tos). Un derivado de ésta es la oxicodona, muy adictiva.

Derivados semis¡ntéticos del opio: Heroína

El término heroína (o diacetilmorfina) deriva del vocablo inglés “héroe”, que significa persona con falso sentido de valentía o intrepidez. Según otros, del vocablo “heroisch” o remedio enérgico.

Dado su alto costo, los problemas que indirectamente ocasionan los adictos para procurarse el dinero con el que pagar la droga es enorme. Los robos, atracos, prostitución, etc., así como los crímenes motivados por los efectos de la droga se suceden, ofreciendo una grave situación de inseguridad en la sociedad.

La heroína es un estupefaciente que actualmente no tiene ninguna aplicación terapéutica, por lo que su fabricación y comercialización son ilegales.

Obtención. Clases y formas de consumo

La heroína se obtiene a partir de la morfina. Aproximadamente de 1kg de morfina base se obtiene 1kg de heroína.

Su forma más pura es un polvo blanco de sabor amargo y olor a vinagre, debido al anhídrido acético empleado en su fabricación. Sin embargo, igual que ocurre con otras drogas, llega al consumidor muy adulterada (“cortada”) con otros productos, para aumentar su volumen hasta, incluso, 20 veces.

En la jerga de los drogadictos se la denomina con varios nombres: “caballo”, “jaco”, “trote”, “stuff”.

Existen varias clases de heroína y vulgarmente se las conoce con los nombres de:

Heroína nº 1, denominada “Alcohol Pziu”.
Heroína nº 2 o “heroína base”.
Heroína nº 3, denominada “Brown Sugar”.
Heroína nº 4 o “heroína pura”.

Las nº 1 y 2, por sus impurezas, no son aptas para el consumo.

La heroína nº 3 se consume, normalmente, fumada o aspirando los vapores de su combustión. Su aceptación entre la juventud europea radica en la disminución del riesgo de infección al no inyectarse. A la modalidad de fumarla en posición de “acostado”, con el cigarrillo apuntando hacia arriba, se la conoce por el nombre de “disparando el cañón”. Otra modalidad consiste en colocarla en papel plata, calentándola hasta que se derrite y, de la combustión, se desprenden unos humos que son “cazados” y aspirados. Como el humo desprendido se asemeja a la cola de un dragón, la modalidad recibe el nombre de “persiguiendo al dragón”. La heroína nº 3, por sus impurezas, no es apta para ser inyectada, sin embargo, algunos consumidores europeos lo hacen.
Además de “brown sugar”, recibe también los nombres de “rosa”, “gris”, “heroína china” o “kong roks”. Es un producto poco refinado, su riqueza oscila entre el 40% y 50%, presentando bajo la forma de polvo de color que varía del marrón claro al gris pasando por el rosa y con fuerte olor a vinagre.

La heroína nº 4 es la más pura, hasta un 90 ó 95%, es un polvo blanco soluble en agua que se consume, previamente disuelta en agua, por inyección en vena. Es frecuente que los adictos a la heroína lleven consigo su “equipo de inyección”, consistente en:

La cuchara u otro recipiente, como un tapón metálico de refresco de cola u otra bebida, donde colocan la dosis de heroína para ser disuelta con agua. La vela (o caja de cerillas) para calentar la cucharilla y facilitar la disolución. Algunos filtros de algodón o de cigarrillos, que ponen en la punta de la aguja hipodérmica para, cuando aspiran el líquido, eliminar sus impurezas; estos filtros no los tiran, sino que los guardan para cuando escasea la droga, volviéndose a utilizar para extraer de ellos algo de heroína. Una jeringuilla convencional o “casera”, construida a base de un cuentagotas al que se le ha puesto la aguja, sujeta con esparadrapo o papel celo; el cuentagotas ofrece la ventaja de poder inyectarse a “golpecitos” y muy lentamente.

Por último, una goma o cuerda para hacerse el torniquete y dilatar la vena.

El Black Tar, “alquitrán negro” en castellano, es un tipo de heroína fabricado en Méjico y que constituye una variante del producto que aparece como consecuencia de ciertas variaciones en el proceso de obtención.

Esta sustancia aparece en el mercado generalmente en forma de polvo compacto semisólido, en pequeños trozos con tonalidades entre el marrón oscuro y el negro. Es soluble al agua y tiende a derretirse en presencia del calor o de la humedad.

Por sus especiales características, normalmente se vende sin cortar, habiéndose encontrado, incluso en la venta al por menor, en unos niveles de pureza de hasta un 93%, alcanzando normalmente el 60% ó 70%; sin embargo, a pesar de su dificultad para ser adulterada, sobre todo cuando se presenta en estado gomoso, se suele congelar, moler y así, se le añaden sustancias similares para adulterar la heroína.

La forma de consumo es la habitual de la heroína, por inyección intravenosa, no obstante, puede ser también inhalada, e incluso fumada, mezclada con tabaco o algún derivado cannábico.

Se conoce como Brown a una nueva droga sintética que recorre Europa Central, concebida y alumbrada en laboratorios domésticos checos a partir de vulgares medicamentos de farmacia derivados de la codeína. Este narcótico sustituye con amplia ventaja a la heroína con una notable diferencia de precio.

Esta sustancia, a la que los checos dan el nombre del exquisito Pan de Alajú, se constituye a partir de medicamentos corrientes, como se ha comentado, siendo después procesados en laboratorios domésticos para lo que se requieren ciertos conocimientos de química, en todo caso muy solicitados y bien pagados. Las organizaciones de narcotraficantes se están llevando a estos químicos checos a Alemania e Italia, dado que resulta más fácil sacar por la frontera a un químico con su título.

Dosis y efectos

Las dosis normales de heroína son de 5 a 10mg. cuando es pura, pero dado que en el mercado negro solamente alcanza una riqueza del 5 al 10%, las dosis utilizadas son de 50 a 100 mg. A veces cuando escasea, se vende con riqueza de sólo un 1%(totalmente cortada, puro veneno); cuando la oferta es mucha, puede encontrarse heroína de hasta un 20% de pureza.

Esto origina que drogadictos que habitualmente se inyectan heroína de baja calidad, reciban una sobredosis que les puede conducir a la muerte. Las muertes por heroína son cada vez más frecuentes, no tanto por la sobredosis como por los gravísimos riesgos derivados de las impurezas que contiene.

El abusador de heroína suele presentar en diversas partes de su cuerpo estigmas, cicatrices de los continuos pinchazos no sólo en los brazos, sino en pies, muslos e incluso en los órganos genitales.

Los efectos de la heroína son parecidos a los de la morfina, pero en superior escala, pues es de 4 a 10 veces superior en potencia. El heroinómano está “enganchado” a la droga por la dependencia física y psíquica que desarrolla, no pudiendo “salirse”, anhelando constantemente la nueva dosis. Está droga desarrolla rápidamente tolerancia y la rehabilitación de su abusador es difícil.

Otros derivados semisintéticos del opio

Dihidromorfina: Más poderosa que la morfina, pero menos que la heroína. Su dosis terapéutica es 1/5 de la morfina, es decir, 3mg de esta droga producen los mismos efectos que 15 mg. de morfina.

Etilmorfina: Se emplea para aliviar dolores en el interior del globo ocular, evitando procesos inflamatorios.

Dihidrocodeinona: Más potente que la codeína. Su dosis terapéutica es de 5-15 mg.

Opiáceos Sintéticos

Son productos químicos de efectos similares a los de los derivados naturales y semisintéticos del opio, pero nada tiene que ver con éste.

Meperidina: Durante algún tiempo se realizaron incesantes esfuerzos para sintetizar una droga con las propiedades analgésicas de la morfina, pero que no poseyera la depravada acción adictiva de ésta. En 1939 se consiguió sintetizar la “Meperidina”, con propiedades analgésicas y sedantes. Se administra generalmente por vía bucal o intramuscular y sus efectos analgésicos permanecen durante tres horas.

Metadona: Igualmente es una droga analgésica sintética, descubierta por los químicos alemanes en 1941, preocupados por la escasez de morfina disponible. Puede sustituir a la morfina para alivio de la mayoría de los dolores fuertes.

La tolerancia y dependencia a la Metadona se desarrolla más lentamente que en el caso de la morfina y, aunque posee propiedades adictivas bien definidas, su uso implica menos riesgos que ésta.

Se toma por vía bucal cada 3 ó 4 horas y tiene la ventaja sobre la morfina y heroína de no producir el “síndrome de abstinencia” hasta pasadas 24 horas desde la última toma.

El clonacepam ocupa el noveno puesto en la lista elaborada por la DAW (organismo de sensibilización sobre el consumo de drogas), de drogas sometidas a control que aparecen con mayor frecuencia. En la calle se conoce está sustancia con el nombre de PINS. Los consumidores de alprazolam (xanax), han pasado a consumir clonacepam debido a su eficacia en el control de los ataques. También se puede explicar el aumento de su consumo por parte de personas tratadas con metadona por la pretendida virtud del clonacepam de aumentar los efectos de la metadona.